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En las comunidades indígenas de la Sierra ecuatoriana, la educación sexual en niños de primaria es limitada tanto en la escuela como en el hogar. Los docentes suelen carecer de formación adecuada y el currículo no contempla contenidos culturalmente pertinentes.

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En el ámbito familiar, hablar de sexualidad sigue siendo un tabú debido a factores culturales, religiosos y al pudor, lo que impide una comunicación clara entre padres          e hijos. Esta falta de información adecuada deja a los niños vulnerables frente a abusos, embarazos adolescentes y enfermedades de transmisión sexual, generando una educación sexual deficiente que no garantiza sus derechos.